miércoles, 28 de marzo de 2018

Una frase de Walter Benjamin


La crisis de 1929 y sus consecuencias


Una serie de diferentes tipos de fuentes para estudiar algunas de las consecuencias generadas por la gran crisis de 1929. Aquí podrán encontrar desde publicaciones periódicas hasta fuentes secundarias y algunas literarias.

Extraído de El Heraldo de Madrid, Lunes 11 de noviembre de 1929.

"¡Pánico en el mundo bursátil! Se ha suicidado un banquero yanqui y otro comerciante se ha vuelto loco. “Se ha suicidado, disparándose un tiro, el Sr. James Rindan, presidente de la Country Trust Company. A causa de las grandes bajas que se han producido estos días en Wall Street ha habido muchos corredores y financieros que se han vuelto locos. El viernes, Smith Mordinger, famoso comerciante de Nueva Orleans, que se encontraba en Nueva York durante el pánico bursátil, sufrió un ataque de locura y comenzó a lanzar dinero y acciones por las calles”.


Tobío, Pipkin y Scaltritti, Sociedad, espacio y cultura. Siglo XX: la Argentina en América y el mundo. Buenos Aires, Kapeluz, 1998, pp. 102-103

“La crisis económica en Estados Unidos alcanzó niveles de catástrofe. La producción industrial se redujo en un 50%, las ventas de automóviles cayeron un 65% y la desocupación aumentó de 1.5 millones a 13 millones. La agricultura fue uno de los sectores más afectados. Entre 1929 y 1932 los beneficios de los agricultores disminuyeron en un 70%. Muchos perdieron sus tierras y emigraron: por ejemplo a California a recoger frutas. En las ciudades la situación no era mejor. Millares de familias fueron desalojadas de sus viviendas por no poder pagar los alquileres. Algunas terminaron viviendo en casas de cartón y lata. Otras dormían directamente en las veredas o sobre catres proporcionados por las autoridades municipales”


Decepción del liberalismo

En R. Parker, El siglo XX, 1986

Esta crisis acabó con las esperanzas que en los años veinte se habían puesto en el restablecimiento de una economía mundial liberal. Entonces se esperaba que la prosperidad general se fundara en un creciente comercio internacional, apoyado en la existencia de monedas estables con un valor de cambio fijo libremente intercambiable. Cuando, a escala internacional, el fracaso de la política económica liberal parecía total, cada país buscó su salvación individualmente, a través de medidas políticas nacionales, sin tener en cuenta las consecuencias de sus decisiones.


La crisis
En Galeano, E. (2004), Memoria del fuego. El siglo del viento. Catálogos, Buenos Aires, Pag. 97
La especulación crece más que la producción y la producción más que el consumo y todo crece a ritmo de vértigo hasta que estalla, súbita, la crisis. El derrumbamiento de la bolsa de Nueva York reduce a cenizas, en un solo día, las ganancia de años. De pronto las más valiosas acciones se convierten en papeluchos que no sirven ni para envolver pescado.
Caen en picada, las cotizaciones, y en picada caen los precios y los salarios y más de hombre de negocios de la azotea. Cierran fábricas y bancos; se arruinan los granjeros. Los obreros sin trabajo se calientan las manos ante las fogatas de basura y mascan chicle para consolar la boca. Las más altas empresas se viene abajo; y hasta Al Capone se desploma sin levante.



El imperialismo y el colonialismo: justificaciones y condenas


Aquí van algunas fuentes para trabajar sobre el imperialismo y las diferentes justificaciones y condenas que recibió este fenómeno.

¿Qué opiniones existían hacia fines del siglo XIX y principios del XX sobre el imperialismo?

Carta de Cecil Rhodes, colonizador de África en 1895.

"Ayer fui al Est End de Londres (barrio obrero) y asistí a una asamblea de parados. En la reunión escuché muchos discursos exaltados que hacían sino pedir pan, pan y pan. Al volver a casa estuve reflexionando sobre lo que había oído y me convencí más que nunca de la importancia del imperialismo (...)
La idea que tengo representa la solución al problema social, es decir, con tal de salvar a cuarenta millones de británicos de la guerra social, nosotros, los políticos coloniales, tenemos que tomar posesión de nuevos territorios para colocar el exceso de población, para encontrar nuevos mercados donde vender los productos de nuestras fábricas y nuestras minas (...) Si no queréis la guerra civil tenéis que convertiros en imperialistas".


Discurso de James Junt en la Sesión de la Sociedad Antropológica de Londres, 1863

"Se hicieron las deducciones generales siguientes:
1° Hay razones tan buenas para clasificar al negro como una especie diferente del europeo como las hay para hacer del burro una especie diferente de la cebra; y si tomamos en consideración la inteligencia, hay una diferencia mayor entre el negro y el anglosajón que entre el gorila y el chimpancé.
2° Las analogías entre los negros y los monos son más grandes que entre los monos y los europeos.
3° El negro es inferior, intelectualmente, al hombre europeo.
4° El negro es más humano en su natural subordinación al hombre europeo que bajo cualquier otra circunstancia.
5° El negro tan sólo puede ser humanizado y civilizado por los europeos.

Discurso de George Clemenceau en la Cámara de Diputados el 30 de julio de 1885

¡Razas superiores! ¡Razas inferiores! Se dice pronto. Por mi parte, me opongo completamente a esta afirmación desde que he visto que los sabios alemanes demostraban científicamente que los franceses son una raza inferior a los alemanes. No, no hay derecho de las naciones llamadas superiores contra las naciones llamadas inferiores (...) La conquista que vosotros defendéis es el abuso puro y simple de la fuerza que da la civilización científica sobre las civilizaciones rudimentarias para apropiarse del hombre, torturarlo y extraerle toda su fuerza en provecho del pretendido civilizador".

Resolución de la Segunda Internacional de Stuttgart en 1907

"La misión civilizadora de la que habla la sociedad capitalista es tan solo un pretexto para esconder su ansia de explotación y de conquista (...) Enemigo de toda explotación del hombre por el hombre, defensor de todos los oprimidos sin distinción de razas, el Congreso condena esta política de robo y de conquista, aplicaciones desvergonzadas del derecho del más fuerte que pisa el derecho de los pueblos vencidos, y comprueba también que la política colonial aumenta el peligro de tensiones internacionales y de guerras entre países colonizadores (...)
El congreso declara que los diputados socialistas tienen el deber de oponerse irreductiblemente, en todos los parlamentos, a este régimen de explotación y de servidumbre que impera en las colonias, exigiendo reformas para mejorar la vida de los indígenas velando por el mantenimiento de sus derechos, impidiendo cualquier tipo de explotación y de servidumbre y trabajando, con todos los medios a su disposición, para educar a estos pueblos por la independencia"








Eventos